La higiene es esencial a la hora de preparar comidas o manipular productos para el consumo humano. Esto vale para los puestitos de comida ambulantes, los restaurantes populares, los restaurantes de comida rápida y los restaurantes �cocotudos�.
Hace unos años atrás, el gobierno apretó la mano a los manipuladores de alimentos. Pero hoy en día parece que la ha aflojado.
Testimonio de esto es que a principios de esta década podías ver en puestos de comida y restaurantes de comida rápida que todos los manipuladores de alimentos llevaban puestos guantes de látex y redecillas para evitar al máximo contaminar la comida. �Hoy en día, podemos decir lo mismo? Demos un vistazo para corroborar, y podremos ver que la realidad es otra.
No solo vemos a personas cocinando sin redecillas ni guantes, sino que algunos están fumando cigarrillos. Incluso, las autoridades de salud han descubierto en operativos a trabajadores que ni siquiera habían gestinado su carnet de manipuladores. Y estos son los casos que se descubren. Quién sabe cuántos más hay por ahí cocinándonos.
A todos nos gustaría que la comida que compramos estuviese manipulada con la misma dedicación que le damos nosotros en nuestras casas. Pero esto a veces resulta mucho pedir.
Sobre los restaurantes circulan todo tipo de historias de terror sobre la forma en que los manipuladores de alimentos trabajan con lo que nos vamos a meter a la boca.
Muchas son verdaderas, otras no. Lo cierto es que como consumidores tenemos que estar pendientes a la comida que nos preparan, porque muchos casos de diarreas en niños y adultos se producen por cuenta de comprar alimentos dañados, mal cocinados, o contaminados en restaurantes y puestos.