Barricadas con neumáticos y desperdicios en llamas marcaron el inicio de un �paro popular y revolucionario contra la represión y persecución política� que se adelanta en una zona popular de Caracas por grupos supuestamente afines al Gobierno.
La protesta en el populoso barrio 23 de Enero, de la zona oeste de Caracas, rechaza las investigaciones policiales sobre los autores de un atentado con un explosivo que el 24 de febrero pasado mató a quien lo colocaba en la sede del gremio patronal Fedecámaras.