La destrucción que está sucediendo en la floresta Amazónica fue el punto de partida de la colección de Jurandir de Olivera.
Todos los accesorios de la colección están hechos por los indios de la distante tribu Satere Maue, conocida por la delicadeza de su trabajo en semilla y pluma.
Los colores van desde los vibrantes anaranjados, en un degrade de azules, rojos, amarillos, verdes, hasta llegar a los sombríos cafés y cremas.
Las formas son sencillas, muchas de ellas geométricas, casi orientales, con ciertas inspiraciones en el origami, o la morfología de las mariposas, o los pétalos de la flores, formas acamapanadas, líneas A, formas fluidas y generosas, gracias a la utilización casi siempre del chiffon, del crepe y la seda.
Una colección que busca cambiar el pensar y vivir de los seres humanos con relación a su medio ambiente.