Los cargos directivos de las comunidades de Paya y Púcuru que son ocupados por personas distinguidas, quienes son nombradas Sáhilas continúan desiertos, porque luego de la masacre del 18 de enero provocada por los paramilitares ningún miembro de las comunidades quiere ocupar el cargo, señaló el presidente del consejo de Pinogana, Alvaro Bristán.
Señaló, que no es para menos que ninguno quiera ocupar los cargos de Sáhilas, de asistente de éstos, ni las secretarías de éstos gobiernos tradicionales, porque al responsabilizarse sienten que pueden correr la misma suerte que los pasados dirigentes.
Los cuatro cargos directivos están vacantes y con el miedo que aún tienen los residentes demorarán algunos meses para recuperarse y lograr en Asamblea General que alguien acepte el cargo de Sáhila, suplente a Sáhila y secretario.
Puntualizó que los representantes de Paya y Púcuru tampoco han regresado a sus pueblos y sólo lo hacen en helicópteros e inmediatamente regresan después de haber gestionado sus diligencias. |