Sorpresivamente, un legislador oficialista ha aparecido con el tema de las válvulas de los cilindros de gas licuado para cocinar de 25 libras.
Esto nos recuerda también la misma historia que presentara en el pasado un legislador perredista y esto es lo interesante del asunto.
Porque el problema que ayer fue el motivo para pensar en una válvula única, hoy ha sido superado al vender los establecimientos comerciales al detal, los tanques de todas las compañías.
Lo que el público se ha quedado esperando es que exista una competencia entre las compañías que debe producir un descanso del precio, manteniéndose en la actividad un oligopolio.
Es más, la apertura económica, ha permitido que una de las compañías importe el gas licuado y la otra lo recibe localmente.
Sin embargo, la importación, de acuerdo a la teoría económica debería producir un movimiento entre la oferta y la demanda, cuyo punto de equilibrio debería ser un precio fluctuante a favor de los consumidores.
El riesgo de una válvula única nos puede llevar a un punto difícil de sentar las responsabilidades de un defecto del pequeño aparato y en esa dirección, el Cuerpo de Bomberos de Panamá cuestiona dicha válvula única. |