Familiares, amigos, autoridades provinciales y miembros de la Policía Nacional, asistieron ayer al sepelio del señor Pedro Asprilla, víctima de la balacera registrada el viernes en la comunidad de Yaviza entre agentes policiales del área, informó la profesora Noris Valdelamar.
Las honras fúnebres de Asprilla se efectuaron en el cementerio de la localidad, ante el llanto y consternación de sus familiares y amigos, quienes lamentaban la desaparición física del morador, debido a la irresponsabilidad de un miembro de la policía fronteriza.
El entierro estaba programado para las 10:00 a.m., pero fue adelantado para las 7:00 a.m., debido a las evidencias de descomposición que presentaba el cadáver.
La vida de Asprilla fue cegada por el cabo Julio Tenorio, quien perdió el control de sus actos cuando un superior le llamó la atención por estar libando licor y portar armas de guerra en horas laborables.
Tenorio también perdió la vida a manos de uno de sus compañeros, mientras que tres policías más resultaron gravemente heridos.
El educador Jacinto Sánchez expresó que existe una gran consternación en la comunidad, por lo que la población exige que se investigue profundamente y con toda la objetividad posible el hecho. |