ESTE LUNES SE CELEBRA UN ANIVERSARIO MAS DE SU MUERTE Olmedo Solé , un verdadero atleta
Redaccion
Crítica en Línea
En un partido que sólo estaba programado, pero que en realidad nunca llegó a efectuarse, Panamá obtuvo un triunfo de 9X0, por inasistencia, sobre el equipo de Los Santos. Con ambos equipos preparados para el juego, el arbitro jefe dio la voz de "play ball", y Olmedo Solé, abridor de la ofensiva por los santeños se paro en el cajón de los bateadores. Acto seguido, conecta un roletazo entre tercera y short, el torpedero Santimateo recoge en lo profundo del cuadro, suelta rápido a primera, pero ya es tarde. El árbitro canta quieto y Soñé se anota el primer hit del juego, el último de su vida. Olmedo pide "tiempo" a Williams, se sienta con la cabeza entre las piernas y cae como fulminado por un rayo, para no levantarse nunca más. Chiquín Díaz delegado jefe de Los santos, condujo en sus brazos el cuerpo inerte de Solé hasta el hospital, que estaba situado cerca del estadio. El dictamen del Dr. Engler, médico de turno en el hospital de Almirante, fue el siguiente: Arteriosclerosis precoz; dilatación aguda del corazón debido a esfuerzo físico excesivo jugando al béisbol. Falleció a las 10: 10 del martes 27 de marzo de 1956. Por segunda vez en la historia de estos campeonatos, un querido y apreciado atleta da su vida defendiendo los colores de su tierra chica. Rico Cedeño fue la primera víctima, en el año de 1949, mientras representaba a Herrera en su propio patio, la ciudad de Chitré. Olmedo Solé estaba enfermo. Los doctores le habían recomendado que se cuidara de todo lo que representara un esfuerzo físico. Él lo sabía. Cualquier agitación violenta sería de fatales consecuencias. Y aquí está su grandeza. Al momento del juego contra Panamá se olvidó de todo y solamente pensó en su equipo, su provincia lo necesitaba. Él era una estrella, una unidad indispensable para que Los Santos ganara el partido. Cuando conecto su roletazo al torpedero, hubiera podido aguantar su marcha y dejar que se consumará el out. Sin embargo, corrió como un demonio, y ni el mejor brazo en el mundo hubiera logrado consumar ese out. Gracias a ello, Olmedo Solé alcanzó la gloria. Modesto y viril atleta, Solé vio brillar la luz por vez primera en la ciudad de Las Tablas, el 2 de noviembre de 1926. Desde temprana edad cultivó el deporte que fue toda su pasión y en que estuvo practicando hasta el último instante de su vida: el béisbol. Desde muy joven, comenzó a representar a su provincia de Los Santos, en los campeonatos Nacionales de Béisbol Menor, que al llegar a la fatídica numeración del 13, registró su deceso. En más de una ocasión, Olmedo Solé tuvo el honor de representar a nuestro país en eventos internacionales, en épocas en que fue considerado el mejor torpedero panameño aficionado. Desde hace muchos años se había trasladado a la ciudad capital, laborando a l momento de su muerte en el Banco Nacional, ocupando importante cargo. En recién terminada Liga Provincial de Panamá, Solé jugó defendiendo los colores de la novena "Urbanización Francisco Arias Paredes". A las seis de la mañana del 28 de marzo, se efectuó una misa de cuerpo presente en la iglesia católica de Almirante, donde los habitantes de esa población, dirigentes y jugadores del campeonato, le rindieron homenaje póstumo al jugador que valientemente murió en el campo de juegos. Al mediodía, su cadáver fue trasladado a la ciudad de Las tablas en un avión especial, acompañado por sus compañeros de equipo. El entierro se efectuó a las cinco de la tarde, y constituyó una gran manifestación de pesar por parte de la numerosa concurrencia al acto. El equipo representativo de la provincia de Los Santos se retiró de la competencia por motivo de duelo. La Federación resolvió otorgar todos los juegos pendientes de dicha novena a sus rivales por inasistencia. Que todos los deportistas del país, y muy especialmente los de la provincia santeña, tomen como ejemplo la trayectoria en vida del siempre recordado Olmedo Solé. Su nombre quedará eternamente perpetuado en el estadio de su ciudad natal.
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En más de una ocasión, Olmedo Solé tuvo el honor de representar a nuestro país en eventos internacionales, en épocas en que fue considerado el mejor torpedero panameño aficionado.
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