Hoy será el funeral de Estado para el ex vicepresidente Guillermo Ford. Tras su muerte, una serie de dirigentes de todas las corrientes han reconocido sus aportes a la democracia. Cuando la política ha sido contaminada por tantas cosas y los políticos no gozan de buena reputación, es esperanzador que el pueblo reconozca los valores y la trayectoria del fallecido "Gallo Ronco".
Panamá requiere de más hombres con la verticalidad que distinguió a Ford. Aunque no se estuviera de acuerdo con sus posiciones, hay que reconocerle que expresaba sus ideas con sinceridad, aun cuando estas fueran contrarias a la línea de los gobiernos de los que formó parte.
Quién puede cuestionar la lucha civilista de "Billy" Ford contra el régimen militar. Fue un hombre que dio la cara y no se escondía en los momentos más difíciles de la dictadura castrense. Aquí, dentro de su país, hizo todo a su alcance para que la democracia volviera. Eran momentos duros, los medios de comunicación social habían sido clausurados, se reprimía a los que protestaban con pañuelitos blancos en Calle 50 y no existían el Facebook, Twitter o cualquiera otra red social. Hoy la protesta es fácil y los riesgos son menores.
Aunque el reconocimiento de sus aportes y sacrificio debió ser en vida, al menos después de muerto, Panamá debe rendirle tributo hoy a Guillermo Ford. Asistir a la ceremonia religiosa en la Catedral o saludar con respeto el paso de su cortejo fúnebre es lo menos que merece este luchador por la democracia en su país.