La llegada de mi cumpleaños, me hizo analizar las diferentes etapas que los seres humanos vivimos, acontecimiento anual que se da en nuestro ciclo de vida. Desde nuestros primeros años de vida hasta llegar a una etapa madura, cargada de experiencias y vivencias que nos fortalecen como personas que integramos una sociedad, con defectos y virtudes, surgen a mi juicio, cuatro etapas que se hacen presente cada año que nuestro Creador nos permite vivir para compartir con nuestros seres queridos y amistades.
La primera etapa la ubico en los primeros años de vida. Nuestros intereses se centran en los regalos que vamos a recibir y la fiesta que nuestros padres nos realizarán, basada en algún personaje de las cómicas del momento. Es un mundo realmente de fantasía y sueños, cargados de mucha ingenuidad propia de la niñez. En esta etapa, cuando nos referimos a la celebración de nuestros cumpleaños la pregunta clave es: ¿qué me vas a regalar?
Con el transcurrir de los años pasamos a una segunda etapa, que nos hace compartir con nuestras amistades. Aquí los intereses son totalmente diferentes. Se piensa en sitios de recreación, amigos divertidos, el deseo por el regalo se hace presente, pero no tan acentuado como en la primera etapa. Aquí la expresión es: Estoy de cumpleaños ¿Dónde es la rumba?
Llega la tercera etapa. Se comparte con la familia. En este período, existen compromisos y responsabilidades, me refiero a una pareja e hijos. Aquí la expresión que se hace presente es: Voy a tener una reunión en casa, es mi cumpleaños. El núcleo de la sociedad, la familia, toma realce. Se comparte esta fiesta tan especial con los padres, hermanos, tíos, abuelos, pareja e hijos; inclusive, participan los vecinos, amigos y compañeros de trabajo.
En la cuarta etapa, los hijos han crecido, hay nietos, se ha concluido el período laboral y por ende no hay compañeros de trabajo, los abuelos y padres quizás se han ido, las amistades se reducen, es allí donde una llamada por teléfono o una visita se constituye en el mejor regalo que se espera recibir.
En mi Panamá, el país de las oportunidades, debemos darle importancia a todas las etapas que vivimos en ocasión de los cumpleaños, pero en esta última, se manifiesta el actuar de toda la vida. Allí se cosechan los frutos sembrados en el transcurrir de tu existencia. ¿En qué etapa te encuentras?
