La que diga que no le gusta el sexo oral, miente, o quizás no ha sentido el verdadero poder de la lengua de un hombre sabio que sabe cómo hacer que estalles de pasión. Uno de esos que te hace lograr un orgasmo con la suavidad de sus labios y el aliento caliente de su boca.
Por ello, te aconsejamos darle uso a tu segundo pene, (la lengua), pero de forma efectiva, así que te tenemos algunos consejitos, de varias mujeres que nos hemos unidos para que aprendan a hacerlo como todos unos expertos.
A lo que todas llegamos de acuerdo es que el sexo oral sin avisar, es de lo más excitante. No lo digas, actúa.
Te aconsejamos que cuando tengas la vulva en la boca, la beses como si fueran los labios de tu pareja, pero de manera más sensual.
Otro punto es que debes olvidar las películas pornográficas, recuerda que ellos alteran todo, eso de lengüetazos rápidos y bruscos, no a todas les gusta. Pregunta.
Lo que sí debes tener muy claro es la importancia del clítoris, ya que contiene la mayor parte de los tejidos con carga sexual del cuerpo. A algunas les parece excesiva la estimulación directa, por eso es mejor crear una situación avanzando de a poco y la sensación de excitación puede ir aumentando progresivamente, lamiendo alrededor del glande clitoriano. Una vez seguro de la excitación, deslízate hasta el clítoris. Cuando llegas a esa etapa, utiliza los dedos índices y el centro de la mano, ejerce presión por dentro de los labios vaginales mayores y empuja toda la zona hacia arriba. Prueba moviendo la punta de la lengua de un lado a otro sobre el clítoris. Durante el punto de excitación más alto, prueba mordisquearlo suavemente. Muchas mujeres gustan de tener al mismo tiempo los dedos metidos en el interior de su vagina mientras su clítoris es estimulado con la boca.
Bien rápido. Camino al orgasmo, la estimulación debe ser rápida y continua. En el clímax no se debe dejar de hacer. Con el orgasmo encima no se debe parar. Si lo haces, te pueden matar.
Cuando tu mujer se va entusiasmando y se va moviendo sólo o te agarra la cabeza para guiarte, déjala, ella sabrá por dónde le gusta más.
También te recomendamos soplar la vagina a una distancia de diez centímetros, nunca directamente. Hacer zumbidos mientras se succiona puede provocar una corriente de vibración muy estimulante. Otra buena idea es acariciar el clítoris con un cubo de hielo, combinado luego de caricias con la boca con la temperatura más tibia.