Por el homicidio de Thomas Ávila Madrid, de 25 años, registrada la noche del 26 de febrero en el sector Jorge Illueca, corregimiento de Tocumen, las autoridades manejaban la tesis de que los asesinos suponían que él se había quedado con un arma de fuego.
El hoy occiso fue una de las personas que socorrió a un menor de 13 años, de nombre Jesús Bernal Bedoya, quien falleció de un balazo en la cabeza mientras manipulaba un arma.
Los sicarios de Ávila Madrid pensaron que el arma que ultimó al pre-adolescente fue robada supuestamente por él. El arma no ha aparecido.
Las investigaciones continúan.