De manera misteriosa apareció en la costa arriba de Colón, un contenedor cargado con pollos en descomposición, causando malestar entre los pobladores de Palmira.
Se presume que el contenedor se cayó de una embarcación que iba hacia Asia.
Los pescadores de la zona, usando los motores fuera de borda, remolcaron el contenedor hacia la orilla, donde lo abrieron y al percatarse de la carne dañada, la esparcieron por la playa provocando la aparición de moscas y gallinazos.
Este caso fue atendido por funcionarios de Calidad Sanitaria y el Departamento de Protección de Alimentos (DEPA), quienes recomendaron enterrar la mercancía para prevenir enfermedades en la comunidad.