Puño y patadas en Colón

Enrique Watts Ríos
Crítica en Línea
Entre gritos y empujones finalizó ayer la protesta encabezada por mujeres del antiguo plan de concientización de la Gobernación de Colón que reclaman que se vuelva a contratar a 85 integrantes de ese movimiento. Tras mantener cerrada la entrada a la ciudad de Colón, la Policía Nacional reabrió la vía no sin antes forcejear con las manifestantes, entre ellas, Judith Peña, quien luchaba con los agentes para que se le permitiera mantener su protesta. En el forcejeo, los policías le arrancaron parte del vestido a Peña y la arrastraron hasta un autopatrulla y en medio del traslado lanzaron spray paralizante que afectó a Judith y otras de sus compañeras. Se escuchaban gritos histéricos por doquier; mientras que uno de los encargados del operativo ordenaba esposar a Peña, quien- aún rociada con el spray- peleaba para no ser detenida. Xiomara Alarcón, vocera de las protestantes, dijo que su compañera fue golpeada por los policías e hizo un llamado a la mandataria Mireya Moscoso para que atienda el problema de Colón y que no sea a través de intermediados como George Weeden. El tranque vehicular abarcó unos 5 kilómetros desde la entrada de la ciudad hacia las afueras del corredor, mientras que camiones de carga que salían del Puerto de Cristóbal quedaron estacionados en la avenida Bolívar en espera de despachar los contenedores que portaban.
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El tranque vehicular abarcó unos 5 kilómetros desde la entrada de la ciudad hacia las afueras del corredor, mientras que camiones de carga que salían del Puerto de Cristóbal quedaron estacionados en la avenida Bolívar en espera de despachar los contenedores que portaban.
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