EDITORIAL
Errores de cálculo
Los contratos celebrados por el gobierno anterior con la empresa mexicana ICA y la Hutchison, de Hong Kong, revelan que los involucrados no eran muy expertos en defender los intereses del país, o al menos en calcular los terrenos que se necesitaban para desarrollar los proyectos que involucraban a ambas compañías. Esos errores de cálculo le cuestan ahora al Estado y a los contribuyentes que lo sostenemos con nuestros impuestos más de 70 millones de balboas. En cualquier otro país, esa situación sería objeto de una investigación penal, pero en Panamá no pasa nada. A la Hutchison se le tuvo que indemnizar por casi 60 millones de balboas, luego que se le quitaron terrenos en Albrook para trasladar el aeropuerto de Paitilla, cedido precisamente a ICA, como parte del contrato para construir el Corredor Sur. Aunque el Estado no tuvo que desembolsar de inmediato esa suma, la misma será deducida de las anualidades que debe pagar la Hutchison por la concesión de los puertos de Balboa y Cristóbal. El monto involucrado sería para cubrir los gastos en que incurre la compañía extranjera en un relleno marino de 43 hectáreas, que compensarían las tierras perdidas en Albrook. Ahora más reciente la historia se repite en espiral. ICA se apropió de más de 500 mil metros de terrenos perteneciente al deficitario programa de Invalidez, Vejez y Muerte del Seguro Social, pero nuevamente el Estado debe cargar con las deudas. Por las cláusulas del contrato del Corredor Sur firmado durante la administración pasada, el Estado deberá cubrir los 13 millones de balboas en que están valoradas las tierras del Seguro. Bien lo ha dicho, el director del Seguro Social: "ese tipo de contratos es nocivo para la Nación". En lo sucedido se aplica al revés el dicho entre jugadores: "El Estado pierde y los panameños lloramos" ante la falta de acción en investigar ese tipo de situaciones que afectan las finanzas públicas.
PUNTO CRITICO |
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