Tras el accidente mortal que protagonizaron dos buses diablos rojos, en la vía Simón Bolívar, en la madrugada de ayer, la atención se ha centrado en los conductores, uno de los cuales portaba una licencia inadecuada.
Se trata de Rubén Darío Roberts, que con tan sólo 23 años, ya tenía la responsabilidad de llevar en sus manos la vida de los pasajeros que se subían al autobús 8B-284, de la ruta Mano de Piedra-Tumba Muerto.
El otro conductor, del diablo rojo de la ruta Torrijos-Carter-Vía España, es Ronald Alberto González Arias, de 35 años, quien salió ileso, y uno de los responsables de la tragedia que dejó dos personas muertas y más de 30 con heridas.
Roberts y González Arias fueron llevados a las 2: 30 de la madrugada hasta el Hospital Santo Tomás para realizarles la respectiva prueba de alcoholemia. Ambos se encuentran detenidos y ninguno acepta la responsabilidad de los hechos.