El Real Madrid se estrelló una vez más en el campo que peor se le ha dado en los últimos 17 años, fue incapaz de superar a un rocoso Deportivo, y pagó con un gol en propia meta del portugués Pepe una derrota, que le condena a sufrir un nuevo varapalo en La Coruña y que puede animar de nuevo la Liga española.
El conjunto de Bernd Schuster atacó su estadio maldito, que registró el primer lleno de la temporada, con una alineación experimental, con Soldado en la punta del ataque junto a Raúl y Guti y Sneijder en la creación, mientras Robinho y Baptista esperaban turno en el banquillo.
El técnico alemán planteó combatir el entramado defensivo del Deportivo con el talento de sus organizadores, pero los jugadores de Miguel Ángel Lotina cerraron filas atrás, cedieron la iniciativa al rival, le asfixiaron en el centro del campo, y evitaron que los blancos se sintieran cómodos en los últimos metros.