Otro planteamiento defensivo, la misma historia y otra derrota sirvió para que Panamá dijera un amargo adiós a Beijing 2008, con la complicidad de Alexandre Guimaraes, quien propuso el partido con un hombre solitario en punta y terminó jugando a lo loco.
Freddy Adu marcó de penal el definitivo 1-0 en el minuto 41 del primer tiempo. Panamá dio algunas luces de alcanzar el empate, pero al final, otro fracaso. El sueño olímpico culminó en una pesadilla con 180 minutos sin ver la red. Eso es todo, un equipo que no anota, no puede pensar en clasificar, ni en las ligas de barrio. Hoy, nuevamente, no somos nada.. Vergüenza, tristeza.. dolor.. pensar que se pudo, y saber que ni cerca se estuvo.