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Los cascabeles que los diablos hacen sonar en sus tobillos son accesorios añadidos en reemplazo de las castañuelas y el “wipi” (el látigo) es para reprimir al mulato.  |
La historia y la cultura se unieron para dar paso al III festival del Diablo en las ribereñas ruinas del Fuerte San Jerónimo en Portobelo, donde la lucha de los negros esclavos representados en los congos se burlan de los opresores españoles, quienes personificados en los diablos someten a los prietos.
El pueblo colonense, turistas y medios nacionales e internacionales se congregaron para apreciar una tradición característica de la zona atlántica que cada año cobra colorido y reconocimiento.
Carlos Chavarría, oriundo de Portobelo, quien encarnó el Diablo Mayor en el festival, nos explica que los españoles (los diablos) le dieron la oportunidad a los negros (los congos) de celebrar sus fiestas y éstos se colocan atuendos al revés para hacer todo lo adverso a la corona española.
Los cascabeles que los diablos hacen sonar en sus tobillos son accesorios añadidos en reemplazo de las castañuelas y el “wipi” (el látigo) es para reprimir al mulato, detalló Chavarría.
Añadió que las máscaras son inspiradas en imágenes lo más feas posibles para mantener la tradición. El mascarón se hace de barro y papel, otras de cartón, globo o totumo que pueden tomar 15 días y las más exóticas hasta meses.
Un vestido sencillo de diablo cuesta B/ 40.00, mientras que otros con mayores diseños pueden llegar a costar B/ 250.00, acotó Chavarría.
LOS ÁNGELES
Garibaldi, uno de los 7 ángeles del repertorio, describió que los espíritus celestiales deben atrapar a diablo para llevarlo al bautizo. Los ángeles juegan con el. Luego el Angel Mayor les dice al diablo: “el de la cola es tuyo” y el diablo le pega hasta que le buscan una mujer para que sea la madrina del bautismo.
Estando en el bautizo el cura le pregunta si quiere ser cristiano y le dice que repita “Dios” y el diablo dice arroz. El sacerdote lo bautiza en nombre de la Santísima Trinidad y es entonces cuando se quita la máscara.
Según Garibaldi, este ritual o danza es la purificación para que el diablo se recoja y dé paso a la cuaresma.
LOS TURISTAS OPINAN
A Elena, una hermosa española con un buen sentido del humor, le encanta la manifestación de esta gente. No entiende lo que pasa, pero el despliegue de color y la música la cautivó.
María, también española, tiene años viajando a Portobelo. Gustosa de la tranquilidad y la playa a la vuelta, viaja casi todo los fines de semana a esta zona caribeña.
“Me llamó la atención como esta gente se mueve con tanta ropa y el calor que hace. Además es una demostración cultural muy rica que está sin contaminar. Conozco el significado porque me lo han explicado”.
César, del país vasco, “me gusta mucho el espíritu que se respira acá, es muy auténtico”. “He visto algunos diablos realmente muy buenos... con esa fuerza interior que sale y mucho color”.
Paco, paisano de Miguel de Cervantes Saavedra, “me ha gustado mucho todo. Me ha llamado la atención el tema de los diablos. Lo hemos definido como algo que relajaría hacerlo”.
A igual que los compañeros, coincidió en desconocer el sentido de la danza, por lo que hacemos un llamado para que el próximo año, mientras los afroantillanos danzan con el repicar de los tambores, un maestro de ceremonia describa al público su significado.
Y un poco de presentaciones de la música calipso no estaría nada mal para evitar la monotonía. |
