Las leyes panameñas protegen a la mujer en contra de aquellos padres irresponsables, garantizando un sustento para quienes sufren la separación de una familia: los hijos.
¿Pero qué ocurre cuándo se dan injusticias?
Rubén Ubben es un panameño padre de 3 hijos, con 50 años de edad y es piloto del Canal de Panamá.
Hace dos años que vive una pesadilla legal, desde un corregidor que fue destituido por irregularidades, hasta abogados que lo han abandonado a su suerte, sin ninguna explicación.
Su salario como piloto del Canal prácticamente no le pertenece. Aproximadamente del 80 al 90% del mismo está destinado a pagar la exorbitante pensión alimenticia que le fue impuesta, tras su divorcio.
Ubben, quien actualmente vive en un cuarto compartido, describe que el ex corregidor de Ancón, Erick Puntón, le impuso una pensión alimenticia de aproximadamente B/.4, 800; más un retroactivo de unos B/.16, 000, a razón de B/.1, 000 mensuales, supuestamente por no pagar, cosa que niega el afectado.
Por 6 meses, padre e hijo esperaron a que se cumpliera la petición pero no sucedió nada. Abatido por los problemas, Rubén no tuvo más remedio que pedirle a Steven que fuera a vivir con su madre. Su última abogada tiene ha puesto el caso en la Defensoría del Pueblo, y esperan una respuesta al caso.
Lo único que pide es que se dividan los gastos de los hijos, con facturas de lo que realmente se gasta y no cifras exageradas. “Yo no me niego as pagar, pero quiero que se presenten las facturas con los gastos reales”, afirmó.