Van tres meses y el "calvario" de personas con discapacidad y de edad avanzada no termina, ya que el elevador de la Policlínica, Gustavo A. Ross, de David se encuentra dañado. La situación está creando incomodidad en los pacientes que se atienden en este centro médico, ya que se les dificulta el ascenso de los tres pisos que tiene el edificio.
En el último piso se atienden consultas generales y algunas especialidades, por lo que es de vital necesidad para muchos ir hacia el último nivel. Esto es sin importarle las incomodidades en la subida de los escalones y el gran lapso de tiempo que puede ocasionar la pérdida del turno de atención. Según la doctora Evelia Aparicio de Esquivel, directora médica de la policlínica, esta es la cuarta ocasión durante su administración que el elevador se daña y se tiene que reparar. Acepta que es un nudo crítico que ocasiona que no se preste el servicio adecuado a la comunidad. Se ha optado por que los médicos bajen cuando los pacientes no puedan subir hacia algunos de los pisos, incluyendo especialidades. Sin embargo, servicios como radiología y laboratorio donde no se pueden bajar los aparatos, sí tienen que realizarse en su lugar de origen y el usuario debe subir obligatoriamente.