Los cafés internet son ahora centro de toda clase de poncheras. Los hombres se trasladan al espacio cibernético para observar películas pornos y allí mismo se masturban.
Cubículos resbalosos, no por tratarse de un patio limoso, sino producto del semen disparado por los "pajizos" y a causa de los condones regados por doquier, es la tónica de esos centros. Ayer fue allanado uno en la Plaza 5 de Mayo y ocho sujetos fueron sorprendidos cuando estaban en plena faena.