El Líbano, hundido en una crisis gubernamental desencadenada tras la dimisión del gobierno de Omar Karamé, esperaba este viernes una declaración del presidente sirio Bachar al Asad sobre Líbano, pero el presidente norteamericano, George W. Bush, advirtió que quería una "retirada total" siria del país del Cedro.
Asad debe dirigirse este sábado al Consejo del Pueblo -el Parlamento sirio- y evocar "los desarrollos políticos actuales", según la agencia siria Sana.
Según un ministro libanés que guardó el anonimato, Assad debería anunciar un redespliegue de sus tropas hacia el valle de la Bekaa, al este de Líbano, "que tendría lugar antes de la cumbre árabe", cuyo comienzo está previsto para el 23 de marzo en Alger.
El viceministro sirio de Relaciones Exteriores, Walid al Muallim, anunció este viernes durante una visita a Moscú que un plan de retirada de las tropas sirias en Líbano sería revelado "pronto" , y se declaró optimista respecto a la aprobación del plan "por todos los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU".
El jefe de la diplomacia rusa, Serguei Lavrov, insistió en la "adopción rápida" de estas medidas en el marco de la resolución 1559.
Rusia, miembro del Consejo de Seguridad de la ONU y aliado de Siria, se sumó a la petición occidental, encabezada por la Unión Europea y Estados Unidos, para que Siria se retire del Líbano.
Por otra parte, el presidente noteamericano George W. Bush, sostuvo durante un discurso en Nueva Jersey (este), que el mundo estaba lanzando un mensaje a Siria para lograr la democracia en Líbano.
Las presiones internacionales a Siria se suman a las de la oposición libanesa.