Once iraquíes murieron en enfrentamientos y ataques en otra semana violenta en el país, devastado por la guerra.
Tropas de Estados Unidos se enfrentaron con insurgentes, matando a tres. Residentes de una población iraquí mataron a otros siete militantes, y un automóvil cargado de explosivos mató a una persona al noreste de Bagdad.
También el viernes, dos miembros de la Alianza Unida Iraquí, una coalición chií que obtuvo la mayoría en las elecciones del 30 de enero, abandonó el grupo debido a su incapacidad para alcanzar un acuerdo para designar un nuevo primer ministro tras los comicios.
La alianza obtuvo 140 de los 275 escaños en la Asamblea Nacional, el organismo legislativo encargado de redactar una nueva constitución. Pero la alianza requiere el apoyo de otros partidos para obtener una mayoría de 2/3 partes requeridas para controlar los principales cargos en el nuevo gobierno.