Estados Unidos resaltó nuevamente que Panamá sigue siendo un país del tránsito de la cocaína que los carteles colombianos envían a la Unión Norteamericana y a Europa. Los detalles figuran en el informe anual que la Casa Blanca remite al Congreso.
Los puertos, las costas, las carreteras, las pistas aterrizajes abandonadas y otras facilidades como la Zona Libre y el centro bancario, son aprovechadas por los elementos que lucran con el negocio ilícito del narcotráfico.
Existe una realidad. Mientras exista demanda, Panamá seguirá siendo un puente para enviar cargamentos de cocaína y heroína hacia los adictos norteamericanos y europeos.
Cada año se impondrán incautaciones récord de estupefacientes, pero así mismo habrá otra inmensa cantidad de droga que no es detectada por las entidades encargadas de la represión del delito.
El informe norteamericano también pone al descubierto las "sugerencias" estadounidense de fusionar los Servicios Aéreos y Marítimo en un Servicio de Guardacostas y el separar el Servicio de Policía de Frontera del resto de la Policía Nacional.
En esos cambios hay que andar con pies firme y analizar las ventajas y desventajas. El país tuvo una mala experiencia con las Fuerzas de Defensa, que en todo caso fue una especie de invento de los norteamericanos, y el costo que al final pagó la nación, fue muy costoso.
Además ahora con la escalada bélica que hay entre Colombia y sus países vecinos, a Panamá no le conviene para nada entrar en ese teatro de guerra.