Obispo de Guatemala denuncia intento
soborno en crimen de Gerardi
Guatemala
REUTERS
El obispo de Ciudad de Guatemala
dijo el lunes que le ofrecieron la libertad del sacerdote católico
acusado del asesinato en 1998 de un notable obispo a cambio de una declaración
que absuelva al ejército y al gobierno por su supuesta implicación
en el crimen.
"Ha habido alguna propuesta de liberar al padre Mario Orantes a
cambio de una declaración arreglada para que se exonere de toda pabilidad
al gobierno y al ejército", aseguró el obispo Mario Ríos
Montt en una conferencia de prensa.
Declinó revelar quién le hizo la oferta, pero aseguró
que la propuesta se realizó en noviembre.
Ríos Montt acusó también al gobierno de carecer
de voluntad política para investigar la muerte del obispo Juan José
Gerardi y afirmó que el caso es un reto para los esfuerzos del gobierno
para consolidar la paz.
"Mientras no se demuestre que hay decisión de acabar con
las bandas de asesinos que se protegen bajo la impunidad, Guatemala nunca
tendrá paz", señaló.
Gerardi fue golpeado hasta la muerte el 26 de abril de 1998, dos días
después de haber presentado un informe que culpa al ejército
de Guatemala de la mayoría de las atrocidades cometidas durante los
36 años de guerra civil que sufrió el país. La guerra
terminó en 1996 con la firma de un acuerdo de paz entre el gobierno
y los rebeldes izquierdistas.
Una comisión de la verdad de Guatemala presentó la semana
pasada un informe separado que culpa igualmente al ejército de actos
de genocidio y de ser el responsable del 93 por ciento de las violaciones
de los derechos humanos.
Funcionarios de la iglesia católica y activistas de los derechos
humanos aseguraron que el asesinato de Gerardi tuvo una motivación
política y acusaron a las fuerzas de seguridad de Guatemala de estar
detrás de él.
Orantes, el sacerdote que halló el cadáver de Gerardi
en la casa parroquial de Ciudad de Guatemala donde trabajaban y vivían
fue puesto en libertad el 17 de febrero después de que un juez dictaminó
que no existían pruebas suficientes para juzgarle. Orantes sigue
aún acusado formalmente del crimen.
El fiscal público Celvin Galindo viajó la semana pasada
a Washington para recibir un informe del FBI que concluye que la sangre
hallada en la casa parroquial donde Gerardi fue asesinado corresponde a
más de una persona. Galindo aseguró que realizará una
prueba de ADN a Orantes.
Ronalth Ochaeta, director de la Oficina de los Derechos Humanos del
Arzobispado de Guatemala, pidió el lunes la dimisión del fiscal
general Adolfo González y solicitó a los fiscales que centren
sus investigaciones en el ejército.
El juez Henry Monroy tenía previsto realizar el lunes por la
noche una reconstrucción de los hechos que llevaron a la muerte de
Gerardi en la parroquia de San Sebastián.

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