Por un lado, el director de la Policía, Gustavo Pérez, señala que las estadísticas de crímenes van en descenso; y por el otro, el presidente de la República, Martín Torrijos, exterioriza su preocupación por el auge de la ola de violencia y criminalidad.
Torrijos admitió que comparte la preocupación y frustración de los panameños por lo lento y complicado de los procesos judiciales, especialmente contra aquellos que tuvieron responsabilidad en diferentes actos de corrupción.
También ordenó un replanteamiento de la estrategia anticrimen, para mejorar la coordinación entre los estamentos de seguridad del Estado.
Destacó que solicitó a sus jefes de seguridad, la revisión de la estructura y recursos disponibles dentro de los estamentos de seguridad del Estado, de manera que se mejoren las operaciones entre ellos y reducir así la ola de criminalidad.
"No podemos permitir que la delincuencia le gane la batalla al pueblo panameño", dijo.