Con una euforia que en Uruguay sólo despierta el fútbol, miles y miles de personas invadieron las calles capitalinas con los colores de la izquierda uruguaya -rojo, azul y blanco- para ovacionar al nuevo presidente, Tabaré Vázquez, que saludó emocionado a la multitud enardecida.
"El pueblo unido, jamás será vencido", "Y ya lo ven, y ya lo ven, el presidente es Tabaré", "Soy celeste, soy celeste", gritaban miles de personas, evocando la pasión futbolera uruguaya.
La gente se mostraba claramente emocionada al pasaje de una camioneta abierta que trasladaba al flamante presidente y al nuevo vicepresidente Rodolfo Nin Novoa desde el Palacio Legislativo hasta el Edificio Independencia.