Las fuerzas palestinas de seguridad, presionadas para que tomen medidas más duras después de un atentado suicida en el que murieron cuatro israelíes, arrestaron el sábado al menos a tres palestinos aunque sugirieron que el grupo libanés Hizbullah estaba detrás del ataque.
El atentado en un club de Tel Aviv supuso un golpe para las crecientes esperanzas de paz.