El Tribunal Supremo de EEUU autorizó ayer continuar las audiencias sobre la condena de un convicto, pese a que el fiscal general de California había pedido que se reconsiderara una orden de suspender su ejecución.
Kevin Cooper, cuya solicitud de clemencia había sido negada por el gobernador Arnold Schwarzenegger, debió ser ejecutado con una inyección letal el pasado 9 de febrero.
Sin embargo, una orden del Tribunal de Apelaciones suspendió la ejecución poco antes de la hora prevista.