Tener un automóvil supone vérselas continuamente con los talleres de reparación. Desde operaciones de mantenimiento rutinario, como el cambio de aceite o la rotación de los neumáticos, hasta operaciones importantes como reparaciones de la carrocería después de un accidente, queremos estar seguros de que el trabajo se realiza de forma competente y por un precio justo.
Dado que necesitará estos servicios a lo largo de la vida de su automóvil, es aconsejable que establezca una buena relación con un centro de servicios con el que se sienta cómodo, que cuente con empleados en los que pueda confiar. En ocasiones, no resulta tan fácil como parece. A continuación le damos algunos consejos que lo ayudarán a encontrar un buen taller.
Pida consejo a sus amigos y familiares. Si ellos han quedado satisfechos con el servicio recibido en un taller determinado, es muy probable que usted también.
Si no ha podido obtener ningún consejo, empiece a buscar talleres que estén certificados por algún órgano certificador.
Cuando haya encontrado un taller que lo atienda correctamente y que se ocupe de su vehículo de forma satisfactoria, tendrá que asegurarse de que comunica adecuadamente el problema al representante del centro y de que lo entienden correctamente. Describa los síntomas que presenta su automóvil al técnico y asegúrese de que éste tome nota en la orden de servicio.
No querrá que lo sorprendan con el costo o el motivo de las reparaciones. Si el taller no le puede proporcionar un presupuesto cuando les lleve su automóvil, asegúrese de que el asesor del taller tome nota en su orden de reparación de que tendrán que contactarlo para darle un presupuesto de los costos de la reparación antes de que se realice cualquier servicio.
Un buen mecánico o representante de taller explicará al cliente cuál es el problema y qué operaciones son necesarias para repararlo. En caso de reparación o sustitución, el taller debería preguntar al cliente si quiere que le den las piezas cambiadas.
Si no está seguro de las reparaciones que le han aconsejado en el primer taller, obtenga una segunda opinión. Si recibe el mismo consejo de ambos talleres, puede estar más tranquilo sobre la naturaleza exacta del problema y la reparación necesaria.
Cuando su automóvil esté listo, asegúrese de que queda satisfecho con las reparaciones realizadas. Examine la factura para ver qué operaciones se han llevado a cabo exactamente. Ashbridge recomienda "comparar el presupuesto con la factura final y observar los elementos presentes en la factura de la reparación", ya que "hay discrepancias que saltan a la vista, por ejemplo, si se ha sustituido el parabrisas cuando nunca estuvo roto".