José Fouché se destacó en la vida pública de Francia rehuyendo el primer plano y fingiendo no tener nada que ver con los primeros planos de la turbulenta vida pública de su país que saltó, en el trapecio de la historia, desde la monarquía a la revolución; desde la revolución al terror y luego a la neo-monarquía. En cambio Joseph Goebelss, en la Alemania nazi, se colocó siempre en el primer plano de la vida política dirigida hacia el Tercer Reich, "el cual duraría mil años". ¿Qué une a estas personalidades tan distantes en los siglos que vivieron y en las patrias antagónicas donde crecieron y murieron, no sin antes torcer ciertos designios de la historia trocando la mentira en verdad aceptada? Los une la frialdad de carácter, los une la firme voluntad de manipular la mentira con malignidad y cálculo, hasta los defectos físicos y el nombre inicial los une por encima del tiempo y el espacio en que se movieron.
Sería un serio error de apreciación creer que las malas artes y las artimañas de estos nefastos personajes históricos han pasado de moda. En nuestro país y de cara a la actual campaña eleccionaria hay seres que se mueven, sigilosa y calculadamente, para convertir la mentira en "verdad" a fin de reducir o anular la intención de voto, favorable, sin duda alguna al candidato de "Patria Nueva", Martín Torrijos Espino.
Siempre me he preguntado lo siguiente:
1- ¿Por qué si un panameño (o panameña) que dio su vida por una causa (equivocada o no) se le resta su actitud colocándole un marbete escueto y mentiroso de "desaparecido"?
Si una persona fiel a un Caudillo, a una idea o a un partido político cae en abierto combate y empuñando un arma de fuego, pienso que debe ser "un combatiente caído en heroico combate" y de manera alguna un simple "desaparecido".
Sin duda alguna que el sacerdote revolucionario y cooperativista colombiano reverendo Héctor Gallegos desapareció. Por lo tanto la verdad no sufre, ni se altera, si al lado de su respetable nombre se añade el calificativo de "desaparecido", pero ¿cuántos de los que cayeron intercambiando metralla con fuerzas militares de Panamá se ajustan a tal calificativo? Creo que muy pocos. Entonces es una artimaña digna de Fouché o Goebelss decirle a la opinión pública de Panamá y el mundo que aquí hay un centenar de "desaparecidos". Hay algo más preocupante: los escribidores de la historia, desde el punto de vista arnulfista, han decidido declarar como Jefe del Golpe de Estado de Octubre de 1968 (convertido en Revolución Nacionalista en febrero de 1969) al mayor (posteriormente) coronel Boris Martínez. De ser esto cierto, entonces la gran mayoría de los "desaparecidos" tendrá que ver con su mandato de seis meses.
¡Válgame Dios!