La administración Bush volvió a calificar a Panamá como uno de los principales países para el tránsito de drogas desde Colombia a EE.UU. y Europa.
Así consta en el informe "Estrategia para el Control Internacional de Narcóticos" que el Departamento de Estado remitió al Congreso.
Según el informe, los traficantes explotan la infraestructura de transporte bien desarrollada de Panamá, como puertos de contenedores, la Carretera Panamericana, un aeropuerto que rápidamente está creciendo (Tocumen), numerosos campos de aviación incontrolados, y costas indefensas tanto sobre el océano Atlántico como en el Pacífico.
También se advierte que una propuesta surgida en el 2006 para fusionar el Servicio Aéreo Nacional y el Servicio Marítimo Nacional en un Servicio de Guardacostas (basado en el modelo estadounidense) no fue presentada a la Asamblea Nacional.
Washington espera que aumente el número de detenciones y procesamientos por del lavado de dinero y corrupción.