Médicos de los hospitales Karolinska y Södersjukhuset de Estocolmo (Suecia), están probando en algunos pacientes una sangre artificial, hecha a partir de sangre humana. Si el producto experimental -fabricado por la empresa estadounidense Sangart- tiene éxito, podría ser de gran ayuda para su uso en lugares de accidentes y en ambulancias. Esto porque es compatible con todos los grupos sanguíneos y como no tiene proteínas está libre de virus y gérmenes. Además, se puede guardar por años en forma de polvo.
Según explicó el doctor Bengt Fagrell, a cargo de la investigación e "hicimos un test a ocho pacientes que no mostraron efectos secundarios ni rechazo, lo que nos demuestra que el producto es seguro, pero todavía es necesario hacer pruebas con un número mayor de personas para saber si efectivamente será un producto exitoso". Si bien la sangre artificial no reemplaza a la natural, ésta puede usarse en casos de urgencia para mantener los órganos del paciente oxigenados.
Si futuras pruebas demuestran que la sangre da resultados, ésta podría comercializarse dentro de unos tres años.