El arzobispo católico de Beira, Jaime Goncalves, ha pedido a las autoridades que expliquen a la población la situación en torno al supuesto e ilegal tráfico de órganos humanos y a la desaparición de niños en las provincias de Mañica y Nampula.
"El pueblo debe ser informado debidamente del problema", dijo Goncalves, una persona muy respetada en Mozambique por su importante papel de mediador en alcanzar los acuerdos de paz de Roma, que pusieron fin a 16 años de cruenta guerra civil que destrozó al país.
Enfatizó que todo debe ser aclarado.
Misioneras católicas brasileñas y españolas de la congregación Siervas de Santa María, afirman que desde septiembre pasado unos cincuenta niños han sido secuestrados en la región y varios hallados muertos con sus órganos (corazón, hígado, riñones y pulmones) extirpados.