Un miembro de la "Mara Salvatrucha", de 17 años, detenido el sábado por la policía de Honduras, se declaró culpable del asesinato de al menos ocho personas, dos de las cuales enterró personalmente, informó ayer domingo, la prensa local.
Detectives identificaron al supuesto pandillero como Carlos Alfonso Medina, alias "el Chele Pringa", a quien calificaron como uno de los delincuentes más peligrosos del sector norte de Honduras, informó en su edición de ayer el Diario La Prensa.
El joven fue detenido la tarde del sábado cuando se dirigía en un autobús del transporte interurbano desde Villanueva, Cortés, lugar de su residencia, hasta San Pedro Sula, en el norte del país.
Al momento de su detención portaba en una mochila una pistola 40 milímetros, dijeron fuentes policiales.
"Medina admitió el asesinato de al menos ocho personas y dijo que enterró personalmente a dos de ellas", dice la publicación.
Confesó haber asesinado y enterrado a su esposa, Rosibel Fonseca, y a un miembro de la "mara 18" que identificó como "El Mago", indican.
Medina declaró a la Policía que mató a balazos a una pariente que identificó como Janeth Paz y que participó en el homicidio de otros cuatro hombres miembros de pandillas contrarias y de otra mujer, de la que no dio detalles. Todos los crímenes ocurrieron en el 2003.
Según sus declaraciones, los crímenes los cometió con el apoyo de al menos tres de sus compañeros de "mara", a quienes identificó sólo con los sobrenombres de "El Chino", "El Sapo" y "Pasopa".
En agosto pasado, el Parlamento hondureño aprobó una reforma al nuevo Código Procesal Penal, que establece condenas de nueve a doce años de cárcel contra jefes de pandillas armadas.