Dos palestinos murieron ayer en tiroteos con el ejército israelí cerca de Naplusa (norte de Cisjordania), mientras se suspendió la construcción de la barrera de separación en un sector cercano a Jerusalén y el Fatah, el movimiento del líder palestino Yasser Arafat, propuso a Israel un alto el fuego "mutuo e inmediato".
Los servicios de seguridad israelíes permanecían en estado de alerta por miedo a que se cometan atentados tras la liquidación de tres palestinos, dos de ellos de la Yihad Islámica, el sábado en la franja de Gaza.
El primer ministro palestino, Ahmad Qureia, acusó a Israel de intentar, mediante esa violencia, "cerrar la puerta a toda esperanza de alcanzar un alto el fuego", mientras el Consejo Revolucionario del Fatah de Arafat propuso a los israelíes un alto el fuego "mutuo e inmediato" al término de tres días de debate.
Ese Consejo "insta al gobierno de Israel a un alto el fuego mutuo e inmediato" y recalca que el Fatah "se opone por principio a los ataques contra civiles palestinos e israelíes, así como a los asesinatos, bombardeos y destrucciones de casas".