Efraín Pittí Peñuela vivió el peor día de su vida, cuando llegó a su casa y un cuarto se estaba incendiado y al tratar de controlarlo se quemó.
El hombre desconocía que uno de los cuartos se estaba prendiendo y al abrirlo sólo sintió la candela.
Sin embargo, lo que terminó de hacerle más daño fue cuando le lanzó un cubo de agua y la candela saltó hacia él, quemando parte del cuerpo.
El brazo derecho se le quemó, parte de la cara y la cabeza, área de la espalda y estómago.
El herido con las quemaduras de primer grado fue trasladado al hospital Manuel Amador Guerrero, donde fue atendido.