Los celos pueden ser tan peligrosos que pueden llevarnos a cometer cualquier locura, sin medir las consecuencias.
Misael Ortiz, de 24 años, es uno de esos pocos hombres que puede sentirse afortunado porque el filo del bisturí que usó su esposa no llegó hasta la yugular y lo mató.
Ortiz fue llevado al Cuarto de Urgencias del Hospital Manuel Amador Guerrero de Colón por un conductor de taxi, quien no salía de su asombro por la cortada que el joven tenía en el cuello, que por casi se lo cercena. En este nosocomio le hicieron una sutura de 20 puntos.
El hermano del herido dijo que sólo compartían con amigos y amigas en la calle 2 Central, cuando de pronto se apareció la mujer, y en la discusión sacó el arma blanca y lo cortó.
Sin embargo, el afectado no quería denunciar a su esposa, y dijo que todo fue producto de una riña.