Estaba del otro lado del puente. Era domingo a eso de las 9:45 a.m. aproximadamente. Del otro lado del río estaba la zona herrerana, del lado que pisaba territorio santeño. Era el puente del Río La Villa y estaba comprando sandías para mis hijas. Se acerca el vendedor de sandía y dice
Vendedor: _ ¿Sr. Pineda, qué le parece esta sandía?
José Pineda: _ Se ve buena... falta verla por dentro. No todo lo que se ve bien, sabe bien...
V: _ ¿Y qué opina del equipo de Herrera?
JP: _No creo que lleve chance... le dije.
V: _Otra vez preguntó y con más fuerza: ¿Oiga señor Pineda... éste es el año de Herrera... por qué eso de que no llevamos chance?
JP: _ Bueno... esa sandía de allá se ve bien. ¿Qué te parece?
V: _ Parece buena. Tan buena como el equipo de Herrera. Pienso que José Pineda no cree que podemos ser campeones, dijo con una sonrisa burlona.
JP: _ Herrera tiene madera, pero siempre se "flatea" le dije mientras cambiaba la sonrisa de su rostro. Señor... "por favor, deme aquella sandía y también esa de allá", dije para escapar a la conversación que se me estaba complicando.
V: _ Le voy a decir algo, señor Pineda. Herrera no es santo de su devoción, al menos eso es lo que puedo interpretar. Cuando acabe el torneo venga que le voy a regalar dos sandías, para las mellitas. Le vamos a demostrar que podemos ganar, ya lo verá.
JP: _No diga eso. Herrera tiene chance, mis mellitas son herreranas y Silys Migdalia también, mi esposa creció en Chitré, no piense que lo digo porque soy anti-herrerano, por lo contrario siempre estoy por aquí.
V: _ Me parece correcto, pero le quiero decir con purita verdad... usted esta equivocado, Herrera va a ganar, gústele a quien le quiera gustar y a los que no les gusta, también.
JP: _ Me da las dos sandías... que bueno es comprar y conversar del deporte de todos. Agradecido, ojalá no se equivoque y Herrera termine en una buena casilla.
V: _ Gracias por la compra, recuerde que siempre le leemos en Crítica, un saludo de los herreranos. ¡Herrera Campeón!
JP: _ Al final de cuenta las sandías fueron presentadas y devoradas. El béisbol es pasión y vida, y esta en todos lados. Por eso esta vez gritamos: ¡Viva el béisbol! |