Los partidos de oposición, lejos de asentarse como una organización crítica de los desafueros que pueda cometer el gobierno, se han sumergido en densos pantanales por sus estériles luchas por alzarse con el poder interno de cada uno de sus grupos. Ver al Molirena lanzarse corrosivos ataques en una insensata pugna sin dirección, sin más estímulo que la silla de mando es verdaderamente deplorable. El pueblo espera otra cosa de sus políticos no esta tragicomedia de intereses.
Además, los neopanameñistas que alientan el regreso del hijo pródigo, Guillermo Endara, meten los cascos sin freno porque el ex mandatario no tiene intenciones de volver a enrolarse en el descalabrado y moribundo colectivo. Para el conocimiento de los interesados, hemos averiguado que Marco Ameglio nunca ha solicitado que regrese al antiguo inquilino del Palacio Presidencial. No se extrañen que en un arrebato de desesperación e histérica obnubilación los ex arnulfistas digan que Alberto Vallarino volverá a formar parte de su cofradía.
Proveniente del mismo ámbito, un rumor crece. Si la Doña es finalmente defenestrada de su cima, la sede de Avenida Perú, a la sazón en la lista de bienes de una sociedad particular, podría desaparecer dejando a los neopanameñistas sin cobijo, a la deriva, como martillazo final al último clavo del féretro. Esperamos la confirmación o el desmentís de este cotilleo.
Si lo anterior se materializara, la Doña se ubicaría en un nuevo sitio donde serían alojadas sus oficinas, para desde allí manejas los asuntos políticos y administrar su cuota de poder, en opinión de muchos, cercana a un 20 por ciento de los integrantes de la junta directiva de su partido.
Así las cosas, quien resulte electo nuevo mandamás de los neopanameñistas deberá prepararse para encontrar un nuevo asiento para llevar adelante su gestión. Deben estar preparados Marco Ameglio o Juan Carlos Varela para, al parecer, volver a sentar bases.
Con este desolador panorama partidista, no son pocos quienes comienzan a buscar nuevas toldas. Por ejemplo, muchos ven en el partido en formación Vanguardia Moral de la Patria, un barco seguro. Sin embargo, de salir de carrera Endara, la figura de Ricardo Martinelli aumenta sus acciones y se convierte en una opción, de acuerdo a los analistas, porque en el 2009, alguien deberá enfrentarse al PRD y los de la antigua alianza oficialista parecen asomarse a las tétricas honduras de un augusto barranco pirenaico.
Como es lógico, la única organización cuyos adherentes aumentan es el PRD. Este incremento parece provenir de la popularidad de la ministra de Vivienda, Balbina Herrera a quien siguen hasta los antiguos arnulfistas.
Por su lado, el burgomaestre, Juan Carlos Navarro, absorbe una ingente cantidad de ex candidatos a representantes del distrito a su cargo, contrarios al PRD, como fórmula de acrecentar la plataforma del partido en el gobierno. Esto tal vez le sea útil para sus aspiraciones presidenciales en el 2009.