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EDITORIAL
Defensor del Pueblo
La Asamblea Legislativa deberá abocarse en marzo próximo a la selección del nuevo Defensor del Pueblo. Los partidos que controlan el Palacio Justo Arosemena acordaron como uno de los puntos del pacto Meta, que el candidato saldrá de una terna que proponga la Democracia Cristiana.
Sin desmeritar a las fuerzas políticas, más que salir de un pacto entre partidos, el Defensor del Pueblo, debe ser escogido en base a sus conocimientos sobre la materia, sus aportes en la defensa de los derechos humanos y un compromiso para resolver satisfactoriamente los problemas que se eleven a ese despecho.
Hasta ahora figuran los nombres del fiscal Juan Tejada Espino, de la abogada Maritza Royo y del exlegislador Milton Henríquez, como las figuras que baraja la Democracia Cristiana. Otros 45 aspirantes también han presentado su documentación para optar por el cargo.
El primer defensor del Pueblo, Italo Antinori fue elegido el 27 de junio de 1997, con el voto de las dos terceras partes de los legisladores presentes en esa sesión. Aquel día el candidato recibió apoyo tanto de legisladores de la oposición como del oficialismo.
La Defensoría del Pueblo recibe cada año un promedio 3,000 quejas. La persona que sustituya a Antinori debe enfrentar el reto de establecer oficinas en las principales ciudades del país, para hacer más expedita la tramitación de las denuncias.
Estamos frente a una institución de reciente creación, por lo que la figura seleccionada por la Asamblea, debe continuar el trabajo iniciado por Antinori, para consolidar la Defensoría del Pueblo, como una de las instituciones pilares en materia de derechos humanos y de vocería de los que no tienen voz ante los sectores influyentes del país.
La selección del próximo Defensor del Pueblo, debe contar con el mayor respaldo posible dentro de la Asamblea, para escoger de esa forma a la figura que mejor pueda desempeñar ese cargo.
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PUNTO CRITICO |
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