Los jefes financieros del Grupo de los Siete países más ricos del mundo (G7), reunidos en la ciudad siciliana de Palermo, analizaron alternativas ante la desaceleración de la economía estadounidense.
Ministros y jefes de bancos centrales señalaron que el encuentro del G7 se enfocaría en la percepción para revivir el estancado crecimiento de Estados Unidos y evitar una recesión mundial.
Una fuente cercana con la redacción del comunicado final dijo que éste no será alarmista.
"No podría decir que hay preocupación sobre la economía de Estados Unidos", dijo la fuente, que solicitó permanecer anónima.
Añadió que existe una "imagen de certidumbre" de que el crecimiento mundial superará los problema en Estados Unidos y el desempeño económico reducido en Japón.
Antes, el ministro italiano del Tesoro, Vicenzo Visco, anfitrión del acto, dijo que notó a la parte estadounidense esperanzada, tras un encuentro el viernes con su nuevo homólogo norteamericano, Paul O'Neill.
"Pareció muy optimista sobre un aterrizaje suave", dijo Visco. "Es muy reconfortante desde nuestro punto de vista europeo".
Pese a la confianza de líderes europeos respecto de que sus economías capotearán la tormenta estadounidense, economistas advirtieron que la debilidad prolongada arrastraría eventualmente a naciones más allá del Atlántico,
Tanto O' Neill como el presidente de la Reserva Federal (Fed) estadounidense, Alan Greenspan, dijeron que la economía de su país ha caído a un crecimiento casi nulo, pero que tras un par de recortes a las tasas de interés en enero, se reactivará. |