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Josep Guardiola (derecha) del Barcelona lucha la esférica con Donato del "Depor". Foto: AP |
La derrota ante el Deportivo (2-3) puede suponer el principio del fin del Barcelona en la Liga, donde el equipo de Lorenzo Serra Ferrer camina a once puntos de la cabeza y tendrá que centrarse en las competiciones coperas (Copa del Rey y UEFA) para salvar la temporada.
Ni el presidente, Joan Gaspart, ni el entrenador querían que la presente temporada fuera de transición, pero con el paso de los meses la campaña se adivina como clónica de la 1996-97, la posterior a la destitución de Johan Cruyff.
En aquella temporada, el Barcelona fue dirigido por Bobby Robson, pero el fichaje de Louis van Gaal ya estaba apalabrado.Robson, con Ronaldo en su equipo, llevó al equipo a triunfar en la Copa del Rey y en la Recopa, después de ceder en la recta final de la Liga.
Vistas las circunstancias existen en la actualidad muchos paralelismos con aquella situación, aunque con la diferencia de que por el momento no hay un entrenador contratado.
A lo largo de las semanas, Gaspart se ha cansado de repetir que desea la continuidad de Serra Ferrer, pero a continuación recordaba las voraces leyes del fútbol. Además, la imposibilidad de fichar a Fabio Capello, renovado por el AS Roma, ha abierto todavía más incertidumbres.
Si su equipo falla en la Liga, la conclusión que sacará el presidente del Barcelona será la misma que aventuraron los analistas a principios de temporada.
Con las prisas postelectorales -la sucesión de José Luis Núñez se produjo en la peor época del año posible- no hubo tiempo para calibrar bien la situación. |
