El bicampeón olímpico de biatlón de 1976, el ruso Nikolái Kruglov, relató ayer que en su tiempo vendió sus medallas de oro para que su hijo pudiera practicar ese mismo deporte, combinación de esquí de fondo y tiro con carabina.
El veterano biatleta, de 55 años, explicó en una entrevista con el diario "Trud" que sacrificó sus medallas olímpicas, por las que recibió "varios miles de dólares", para que su hijo, también Nikolái, tuviera todo lo necesario para crecer en ese deporte.