¿Cuántas veces te he dicho que no me dejes tus calzoncillos manchados de caca por ahí? ¿No te das cuenta que cuando llegan las visitan esto me da pena? Seguro hoy nuevamente escuchará el reclamo de una esposa quejándose porque su maridito -que no le gusta hacer nada en casa- le ha tirado el canzoncillo embarrado de jalea chocolate.
Dicen las mujeres que los hombres siempre dejan marcados sus piezas íntimas, especialmente en la parte trasera. ¿Por qué será? La respuesta la dio una chica -de esas racatacas- una vez cuando le tocó lavarlos la primera vez después que se casó con un tipo que el barrio lo conocen como "Calito". Ella descubrió en su intimidad que los pedos que tiraba su pareja durante la noche anterior salían con tanta fuerza que venían algo de premio. Así fue que descubrió que cuando la brisa pega es que la lluvia cae.
Es cierto que no todos los panameños son así. Un aplauso para aquellos que este escrito no va con ellos, pero para los que sí dejan huellas en sus calzoncillos y, encima de todo, lo dejan por ahí, la critica no se las para nadie.
Como ustedes no son los que lavan su ropa no les importa, pues las esposas son las que se deben encargar de esto. ¡Qué descarados!
Este escrito a lo mejor no será de su agrado, pero lo tenemos que hacer porque fue pedido por una lectora que presenta este problema. "Tal vez mi marido lo lea y le dé pena", así dijo, claro que no se identificó.
Dice que cada vez que vea una ropa interior de su esposo, le dejará este escrito con la amenaza de que la próxima vez dirá de quién se trata.
¿Ayudará esta amenaza? Sabemos que las amenazas no conducen a ningún lado. En este caso, lo mejor que debe hacer esta señora es presentarle la prueba de lo que dice. Tal vez el hombre logre domar su intestino y evite al fin que se manche por lo menos a su edad, porque cuando llegue a viejo tal vez repita.