Ayer se inició el diálogo de Concertación Nacional para el Desarrollo. De la oposición sólo asistió el Partido Panameñista. Los grupos sindicales afiliados al Frenadeso tampoco concurrieron al evento en el teatro La Huaca de Atlapa
Los colectivos opositores consideran la convocatoria del Ejecutivo como una maniobra de distracción. El esfuerzo se plantea como una iniciativa cuyo principal objetivo es reducir la pobreza.
Ya por mucho tiempo se ha discutido en Panamá sobre pobreza. Los ministerios están repletos de archivos sobre ese tema y aún así, casi la mitad de la población apenas logra los ingresos para subsistir.
En la lucha contra la pobreza, el gobierno y los empresarios tienen la responsabilidad primaria. No es correcto con los asalariados con los impuestos que se les descuentan mensualmente, sean los que sustenten los programas oficiales para ayudar a los marginales del país.
Es una vergüenza que Panamá sólo sea superado en el continente por Haití, en lo que se refiere a la peor distribución de riqueza. Los pobres ya están cansados de tanto bla-bla-bla y requieren acciones. El hambre no espera, es algo que golpea cotidianamente, lo que contrasta que las mesas llenas de viandas de los que más tienen.
Se impone una mayor solidaridad de los que más tienen para aliviar las penurias de los pobres.
Así las cosas, esperamos que el diálogo auspiciado por el PNUD no sea una oportunidad para figurar y salir en los medios de comunicación social. Aunque no abrigamos muchas esperanzas de sus resultados, ojalá se produzcan un mínimo de propuestas para mejorar la vida a esos miles de compatriotas que muchas veces no tienen ni para el desayuno.