Miles de feligreses musulmanes furiosos por una construcción israelí en un lugar sagrado disputado de Jerusalén arrojaron piedras a la policía y forcejaron con los agentes de seguridad del estado judío, que intentaban dispersarlos con gases lacrimógenos y granadas de aturdimiento.
Al menos 17 manifestantes y 19 policías resultaron heridos, dijo el portavoz policial Mickey Rosenfeld. Agregó que 17 musulmanes fueron detenidos.
Las protestas se expandieron por el mundo musulmán: los árabes en Egipto, el Líbano y Jordania manifestaron contra la construcción, e Indonesia instó a Israel a frenar las obras, al considerar que podrían exacerbar las tensiones en Medio Oriente.
Las autoridades israelíes acusaron a los palestinos de distorsionar el proyecto para reparar una rampa dañada que conduce al sitio sagrado, con el fin de conseguir que la población estuviera en contra de Israel.
``No tenemos nada que ocultar y los elementos extremistas ... han provocado de manera cínica la violencia generando deliberadamente una falta de confianza sobre lo que estamos haciendo'', expresó el portavoz de la cancillería Mark Regev.
El lugar, conocido por los musulmanes como el Noble Santuario y por los judíos como el Monte del Templo, ha sido escenario de numerosos enfrentamientos entre israelíes y palestinos, y existían temores de que la violencia pudiera expandirse.
Es una explanada dividida en los sectores musulmán y judío en Ciudad Antigua de Jerusalén, que contiene las mezquitas musulmanas y el Muro de los Lamentos, el lugar más sagrado para los judíos. Los musulmanes creen que es el sitio donde el profeta Mahoma ascendió al cielo.