El gozo del Carnaval, reservado hasta ahora a la semana que la fiesta dura en Brasil cada año, no tendrá una fecha fija en el calendario, tras la inauguración de la Ciudad de la Samba, que hará de la parranda un asunto cotidiano.
El alcalde de Río de Janeiro, César Maia, inauguró hoy la llamada Ciudad de la Samba, una suerte de parque temático de 72.000 metros cuadrados que dará cobijo a las escuelas de samba, animadoras del Carnaval que ha hecho famosa a la ciudad en el mundo.
"El Carnaval está ahora en manos de quien lo produce", dijo Maia al abrir las instalaciones, que cuentan con enormes galpones para cada una de las catorce escuelas de samba del Grupo Especial, considerado primera división del tradicional concurso carnavalesco.