La remisión del polémico programa nuclear iraní al Consejo de Seguridad de la ONU es el punto culminante de una disputa que mantienen Irán y la comunidad internacional desde hace más de tres años.
La resolución pide que Irán suspenda su programa de enriquecimiento de uranio y mejore su cooperación y transparencia con el OIEA. Entre los países que votaron a favor destacan China, Rusia, Brasil y Egipto, que en la reunión de la Junta en septiembre de 2005 se abstuvieron; mientras que Cuba, Venezuela y Siria, el principal aliado de Irán en Oriente Medio, la rechazaron.
El presidente de Irán ordenó la reanudación de las actividades de enriquecimiento de uranio y el fin de las inspecciones sorpresivas a sus instalaciones, después que la OIEA votó en favor de remitir el caso de Teherán al Consejo de Seguridad de la ONU. "A partir de hoy, la implementación voluntaria del protocolo adicional y otras formas de cooperación que estén más allá del Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares tiene que suspenderse, de acuerdo con la ley'', dijo el presidente Mahmud Ahmadinejad.