El 11 de febrero, fiesta de la Virgen de Lourdes, la Iglesia celebra la Jornada Mundial del Enfermos por lo que la Fundación PRO-FE se solidariza con los hermanos que sufren publicando este mensaje de esperanza y fortaleza.
Aunque Dios permite la existencia del sufrimiento en el mundo, ciertamente no se recrea en él. De hecho, nuestro Señor Jesucristo, el Hijo de Dios hecho hombre, amaba a los enfermos y dedicó gran parte de su ministerio en la tierra a curar a los enfermos y consolar a los afligidos. Nuestro Dios es un Dios de compasión y consuelo, que espera de nosotros que pongamos todos los medios que estén a nuestro alcance para impedir, aliviar y eliminar el sufrimiento y la enfermedad.
La ciencia médica ha hecho grandes progresos y nosotros debemos utilizarlos en nuestro provecho.
Sin embargo, y a pesar de todos estos esfuerzos, el sufrimiento y la enfermedad siguen siendo una realidad. El cristiano halla un significado en el sufrimiento, y lo soporta con paciencia, amor de Dios y generosidad. Lo ofrece entero a Dios, por Cristo, especialmente durante el sacrificio de la santa misa. Cuando el enfermo recibe la comunión, se une a Cristo víctima. Así, cuando el sufrimiento va unido a la pasión de Cristo y a su muerte redentora, adquiere entonces gran valor para el individuo, la Iglesia y la sociedad.
Este es el sentido de estas palabras maravillosas de San Pablo, que deberíamos meditar continuamente: "Ahora me alegro de sufrir por vosotros, pues voy completando en mi carne mortal lo que falta a las penalidades de Cristo por su Cuerpo, que es la Iglesia" (Col 1, 24).
Reflexión del Papa Juan Pablo II, tomada del libro "Conmigo Día Tras Día".Dios te Bendice por solidarizarte con la obra Pro-Fe de tu Iglesia.